Era mi primera vez en un congreso de estas características y dudo que sea la última. En dos días (intensos eso sí) he aprendido más de lo que me esperaba y me han quedado ganas de investigar más por mi cuenta. Descubrí muchos conceptos nuevos y otra cara de la localización en la que no me había fijado tanto. Y por supuesto, lo duro que está el mercado y lo bien formada que está la competencia. Señores yo tengo paciencia y dedicación, además de un ojo que ve dobles espacios en papel impreso. ¡Queredme!
También se ha despertado mi parte filóloga, que estaba ahí dormidita, con las ponencias de Ornella Lepre y Sonje Du Toit, dándome un poco de "food for thought" pensando cuánto de literatura puede haber en la tecnología y cómo acercarse a la literatura desde el enfoque actual de los videojuegos. ¿Eran las oscuras referencias que los clásicos introducían en sus obras los "easter eggs" del "gamer" actual? ¿Cómo se traduciría la literatura si hubiese nacido en este siglo? Preguntas en parte absurdas que no me quitan el sueño, sin duda, pero que me hacen querer profundizar más en conceptos que escuché como "transcreación", "transmedia", "ludología", "narratología"...
Tras analizar 800 segmentos en mi portátil, esto sí que es un logro desbloqueado. |
Por otra parte, me he apuntado una gran cantidad de juegos a los que quiero/necesito jugar urgentemente, lo que me lleva a la dolorosa realidad de que tengo que invertir en un buen equipo. Mi pobre portátil, en fin, sigue funcionando de maravilla, pero tiene sus limitaciones. Eso sí, su lado bueno tiene: la paciencia que estoy desarrollando al pasar el corrector en el MemoQ. Creo que lo incluiré en el currículo.